lunes, 14 de septiembre de 2009


A pesar de que en mi alma se albergan lastimeras cuitas se ilumina mi rostro al reír... Maldigo y es de tal manera armónico el gesto de mis brazos en su apóstrofe dolorido, que diríase que ellos se levantan a impulsos de unafuerza extraña...,¡Oh siglo agonizante de humanas vanidades! he cultivado un pedazo de terreno fecundo, donde puedes desparramar las primeras simientes destinadas a la Tierra Prometida.

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